Berlo establece que la intención
del hombre es comunicar para influir intencionalmente a los demás. Es esta
intención la que busca producir respuestas específicas. Para ello es necesario
utilizar un mensaje apropiado que exprese su propósito. Si éste conoce su
propósito, será capaz de lograr una comunicación eficiente y efectiva.
Es importante recordar que aun
cuando exista un propósito, Berlo reconoce que el proceso de influenciar o
afectar al receptor falla, y lo atribuye a dos razones principales: el
desconocimiento del propósito o la costumbre de comunicarse y a la
interpretación errónea de la respuesta que se pretende provocar. Berlo segrega
a los receptores en dos grupos:
El modelo de Berlo supone que la
comunicación constituye un proceso, cuyos elementos se interrelacionan en forma
dinámica y mutuamente influyente. David Berlo relaciona el concepto de
fidelidad al “ruido” establecido en el modelo de comunicación de Shannon y
Weiver. A menor ruido, mayor fidelidad. Por ende, este modelo atribuye en parte
la efectividad de la comunicación al aislamiento del ruido. En este proceso se
identifican los siguientes componentes:
FUENTE DE COMUNICACIÓN - Corresponde a un individuo o a un grupo con un objetivo para comunicar. Entre ellos se identifican cinco factores: a. Habilidades comunicativas-la capacidad analítica de la fuente para conocer sus propósitos y su capacidad para encodificar mensajes que expresen su intención. b. Actitudes-la fidelidad puede afectarse por la actitud de la fuente hacia sí misma, la actitud hacia el tema o mensaje que intenta transmitir y la actitud hacia el receptor. c. Conocimiento-es el nivel de conocimiento que posee la fuente respecto al tema de su mensaje. d. Sistema sociocultural-ubicación de la fuente en contexto social y cultural determinado.
ENCODIFICADOR - Corresponde al
encargado de tomar las ideas de la fuente y disponerlas en un código.
MENSAJE - El propósito de la
fuente expresado de alguna manera. En él se consideran los siguientes
elementos: (a.)Código, (b.)Contenido y (c.)Tratamiento.
CANAL - El medio, conducto o
portador o transmisor del mensaje. La fidelidad de la comunicación será mayor
si se eligen los canales apropiados para el mensaje o si éstos se combinan.
DECODIFICADOR - Corresponde a lo
que traduce el mensaje y le da una forma que sea utilizable por el
receptor.
RECEPTOR - La persona o grupo de
personas que constituyen el objetivo de la comunicación. En el proceso de
comunicación, Berlo establece que la recompensa es el elemento esencial de la
efectividad de la comunicación; ya que según él, las personas o grupos no
responden a menos que esperen que sus respuestas sean recompensadas. Partiendo
de esta premisa, la comunicación se lleva a cabo tomando en cuenta una posible
recompensa para el receptor.
La recompensa en este caso podría
definirse como la percepción del receptor del aumento en su poder de influir a
través de su respuesta, y si las consecuencias son de su interés. Además,
establece que el hombre busca reducir la incertidumbre, imponer una estructura
al mundo y procurar su constancia. Este resultado también podría ser una
recompensa para el receptor. En esta parte del proceso aparece la
retroalimentación como parte de esa recompensa, esta vez para la fuente.
La retroalimentación es un
ingrediente vital en todo proceso de comunicación porque es un vínculo de
influencia mutua. Este proceso permite al receptor y a la fuente decodificar el
mensaje del otro y a través de la retroalimentación que se recibe del receptor
la fuente puede determinar si su mensaje se transmitió efectivamente. Este
proceso no se detiene cuando la fuente recibe el mensaje decodificado del
receptor.
El mensaje puede en codificarse y
enviarse repetidamente hasta que la fuente identifique que ha provocado la
respuesta deseada en el receptor y que su respuesta ha sido recompensada. Este
proceso de retroalimentación implica la interacción empática de la fuente y el
receptor. La fuente predice o supone basado en ciertas conductas.
El receptor, por su parte,
selecciona el mensaje de acuerdo a la imagen que tiene de la fuente y sus
expectativas sobre los mensajes que ésta emitirá. Según Berlo, a medida que
pase el tiempo la interacción crece, las expectativas se tornan
interdependientes y buscan anticipar, predecir y comportarse de acuerdo a las
necesidades mutuas.
Berlo también trata la
comunicación, el sistema social y la importancia de este último al momento de
hacer predicciones sobre la forma en que los miembros de este sistema se comunican
entre sí. El sistema social determina el proceso de comunicación entre sus
miembros, pero a la vez se convierte en un proceso interdependiente pues la
comunicación va afectando al sistema social. El sistema social proporciona
herramientas para mejorar la efectividad de la comunicación.
CONCLUSIÓN
Desde el punto de vista
conductista, este modelo nos permite evaluar la recepción de un mensaje con el
establecimiento de variables en sus receptores. De ese modo se plantea una
posible explicación a las diversas interpretaciones que puede recibir un
mensaje. Este modelo también amplía la posibilidad de estructurar un mensaje
tomando en consideración factores cognoscitivos, sociales y culturales de la
fuente, del mismo modo que del receptor. Conocer y considerar estos factores
pudiera facilitar el proceso de comunicación, especialmente cuando se trata de
un mensaje persuasivo o que intenta influenciar al receptor. La empatía entre
ambas partes hace de este modelo uno que permite la afinidad entre las partes,
y por ende una comunicación efectiva.
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