jueves, 23 de mayo de 2013

DAVID K. BERLO
Berlo establece que la intención del hombre es comunicar para influir intencionalmente a los demás. Es esta intención la que busca producir respuestas específicas. Para ello es necesario utilizar un mensaje apropiado que exprese su propósito. Si éste conoce su propósito, será capaz de lograr una comunicación eficiente y efectiva.
Es importante recordar que aun cuando exista un propósito, Berlo reconoce que el proceso de influenciar o afectar al receptor falla, y lo atribuye a dos razones principales: el desconocimiento del propósito o la costumbre de comunicarse y a la interpretación errónea de la respuesta que se pretende provocar. Berlo segrega a los receptores en dos grupos:
 http://docservice.shtvu.org.cn/Web/Upload/%E7%BD%91%E4%B8%8A%E8%AF%BE%E5%A0%82/JY1302/%E5%8E%86%E5%8F%B2%E8%B5%84%E6%BA%90/1title620038251171/berlo.jpg
El modelo de Berlo supone que la comunicación constituye un proceso, cuyos elementos se interrelacionan en forma dinámica y mutuamente influyente. David Berlo relaciona el concepto de fidelidad al “ruido” establecido en el modelo de comunicación de Shannon y Weiver. A menor ruido, mayor fidelidad. Por ende, este modelo atribuye en parte la efectividad de la comunicación al aislamiento del ruido. En este proceso se identifican los siguientes componentes:



FUENTE DE COMUNICACIÓN - Corresponde a un individuo o a un grupo con un objetivo para comunicar. Entre ellos se identifican cinco factores: a. Habilidades comunicativas-la capacidad analítica de la fuente para conocer sus propósitos y su capacidad para encodificar mensajes que expresen su intención. b. Actitudes-la fidelidad puede afectarse por la actitud de la fuente hacia sí misma, la actitud hacia el tema o mensaje que intenta transmitir y la actitud hacia el receptor. c. Conocimiento-es el nivel de conocimiento que posee la fuente respecto al tema de su mensaje. d. Sistema sociocultural-ubicación de la fuente en contexto social y cultural determinado. 
ENCODIFICADOR - Corresponde al encargado de tomar las ideas de la fuente y disponerlas en un código.
MENSAJE - El propósito de la fuente expresado de alguna manera. En él se consideran los siguientes elementos: (a.)Código, (b.)Contenido y (c.)Tratamiento.
CANAL - El medio, conducto o portador o transmisor del mensaje. La fidelidad de la comunicación será mayor si se eligen los canales apropiados para el mensaje o si éstos se combinan.
DECODIFICADOR - Corresponde a lo que traduce el mensaje y le da una forma que sea utilizable por el receptor. 
RECEPTOR - La persona o grupo de personas que constituyen el objetivo de la comunicación. En el proceso de comunicación, Berlo establece que la recompensa es el elemento esencial de la efectividad de la comunicación; ya que según él, las personas o grupos no responden a menos que esperen que sus respuestas sean recompensadas. Partiendo de esta premisa, la comunicación se lleva a cabo tomando en cuenta una posible recompensa para el receptor.
La recompensa en este caso podría definirse como la percepción del receptor del aumento en su poder de influir a través de su respuesta, y si las consecuencias son de su interés. Además, establece que el hombre busca reducir la incertidumbre, imponer una estructura al mundo y procurar su constancia. Este resultado también podría ser una recompensa para el receptor. En esta parte del proceso aparece la retroalimentación como parte de esa recompensa, esta vez para la fuente.
La retroalimentación es un ingrediente vital en todo proceso de comunicación porque es un vínculo de influencia mutua. Este proceso permite al receptor y a la fuente decodificar el mensaje del otro y a través de la retroalimentación que se recibe del receptor la fuente puede determinar si su mensaje se transmitió efectivamente. Este proceso no se detiene cuando la fuente recibe el mensaje decodificado del receptor.
El mensaje puede en codificarse y enviarse repetidamente hasta que la fuente identifique que ha provocado la respuesta deseada en el receptor y que su respuesta ha sido recompensada. Este proceso de retroalimentación implica la interacción empática de la fuente y el receptor. La fuente predice o supone basado en ciertas conductas.
El receptor, por su parte, selecciona el mensaje de acuerdo a la imagen que tiene de la fuente y sus expectativas sobre los mensajes que ésta emitirá. Según Berlo, a medida que pase el tiempo la interacción crece, las expectativas se tornan interdependientes y buscan anticipar, predecir y comportarse de acuerdo a las necesidades mutuas.
Berlo también trata la comunicación, el sistema social y la importancia de este último al momento de hacer predicciones sobre la forma en que los miembros de este sistema se comunican entre sí. El sistema social determina el proceso de comunicación entre sus miembros, pero a la vez se convierte en un proceso interdependiente pues la comunicación va afectando al sistema social. El sistema social proporciona herramientas para mejorar la efectividad de la comunicación. 

CONCLUSIÓN
Desde el punto de vista conductista, este modelo nos permite evaluar la recepción de un mensaje con el establecimiento de variables en sus receptores. De ese modo se plantea una posible explicación a las diversas interpretaciones que puede recibir un mensaje. Este modelo también amplía la posibilidad de estructurar un mensaje tomando en consideración factores cognoscitivos, sociales y culturales de la fuente, del mismo modo que del receptor. Conocer y considerar estos factores pudiera facilitar el proceso de comunicación, especialmente cuando se trata de un mensaje persuasivo o que intenta influenciar al receptor. La empatía entre ambas partes hace de este modelo uno que permite la afinidad entre las partes, y por ende una comunicación efectiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario