El funcionalismo en el cine
El cine, como
medio de comunicación, crea y transmite una serie de ideas y, al igual que lo mass media, debe ser analizado dentro de
un marco funcionalista. La teoría funcionalista trata de reproducir una
visión global de los medios de comunicación de masas, sus articulaciones
internas y sus funciones. Los medios a su vez tienen un gran poder y como tal
deben cumplir con una serie de funciones para crear un sistema equilibrado.
Tal y como se ve
reflejado en la teoría funcionalista, la sociedad es un mercado libre y por lo tanto el cine, como medio comunicativo que
es, transmite libremente una serie de ideas y mensajes a un gran número de
cinéfilos. Pero en muchas ocasiones la manera de trasmitir sus ideas no es la
más correcta, y es que cuando no cumple con su función intencional, cae
entontes en la disfuncionalidad, ya que hace aminorar el sistema en vez
de ajustarlo (función).
Como hemos citado
anteriormente, los medios caen en varias ocasiones en disfunciones. Un claro
ejemplo sería el tema de la anorexia o del tabaco. Son un hechos sociales que
han sido objeto de muchas críticas pero en diversas ocasiones son los medios
los que en cierto modo parece como si apoyasen estas causas. Vayamos sino a los
anuncios de ropa o de moda donde se puede apreciar siluetas esqueléticas o en
el cine, donde podemos ver a personajes con su cigarrillo. Pues bien, si
reflejamos todo esto en el cine, tenemos que decir que él también bebe de estas
disfunciones o sino veamos el claro ejemplo de la violencia. ¿Acaso no
se siguen haciendo películas de violencia, aun sabiendo que es un problema
social muy grave y que puede acarrear importantes consecuencias?.
Se han dejado atrás
aquellas películas de suspenso donde todo se intuía o se mostraban los sucesos
sutilmente para pasar a escenas frívolas llenas de violencia, muertes y sangre.
Un claro ejemplo sería el caso de películas como Saw o Kill Bill,
donde hay una importante carga de violencia. Donde todo se encuentra en la
pantalla de una manera demasiado explícita provocando en ciertas ocasiones
pánico y ansiedad (disfunción).
Pues bien, mi
planteamiento viene aquí; ¿se debería prohibir o al menos reducir la carga de
violencia en esta serie de películas donde el cine, como medio comunicativo que
es, actúa de manera disfuncional de cara a la sociedad? O quizás solo se
debería advertir esa carga que contienen las películas antes de comenzar dicha
película?
Esta claro que aunque
el tema de la violencia, desgraciadamente esta a la orden del día, si
desapareciera escenas violentas en un film desaparecería también uno de los
géneros literarios y muchos guiones de cine no tendrían sentido. Aunque si hay
que decir que en muchas ocasiones se podría reducir esa carga de violencia que
contienen ciertas películas y que causan tanto impacto entre los diversos públicos.
Aunque tengo que confesar que Black
Mamba (Uma Thurman) me enamoró en
la saga de Kill Bill.
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