1. El materialismo
dialéctico nos propone, pues, una interpretación de la realidad concebida como
un proceso material en el que se suceden una variedad infinita de fenómenos, a
partir de otros anteriormente existentes. Esta sucesión, no obstante, no se
produce al azar o arbitrariamente, ni se encamina hacia la nada o el absurdo:
todo el proceso está regulado por leyes que determinan su evolución desde las
formas más simples a las más complejas, y que afectan a toda la realidad,
natural y humana (histórica).
"Este es
el ciclo eterno en que se mueve la materia, un ciclo que únicamente cierra su
trayectoria en períodos para los que nuestro año terrestre no puede servir de
unidad de medida, un ciclo en el cual el tiempo de máximo desarrollo, el tiempo
de la vida orgánica y, más aún, el tiempo de vida de los seres conscientes de
sí mismos y de la naturaleza, es tan parcamente medido como el espacio en que
la vida y la autoconciencia existen; un ciclo en el que cada forma finita de
existencia de la materia -lo mismo si es un sol que una nebulosa, un individuo
animal o una especie de animales, la combinación o la disociación química- es
igualmente pasajera y en el que no hay nada eterno do no ser la materia en
eterno movimiento y transformación y las leyes según las cuales se mueve y se
transforma." (F.Engels, Dialéctica de la naturaleza. Introducción )
2. Las leyes según las
cuales la materia se mueve y se transforma son leyes dialécticas. Al igual que
ocurre con la dialéctica hegeliana, que es simultáneamente un método y la
expresión misma del dinamismo de la realidad, la dialéctica de Marx y Engels
encerrará ese doble significado. No se puede convertir, sin embargo, la
dialéctica en un proceso mecánico, en el que se suceden los tres momentos del
movimiento (tesis, antítesis y síntesis), como se hace a menudo con Hegel, en
un esquema mecánico sin contenido alguno. "La dialéctica no es más que la
ciencia de las leyes generales del movimiento y la evolución de la naturaleza,
la sociedad humana y el pensamiento", dice Engels en el Anti-Dühring.
3. La dialéctica nos
ofrece, pues, leyes generales, no la particularidad de cada proceso. Que son
leyes generales quiere decir que son el fundamento de toda explicación de la
realidad, pero también que afectan a toda la realidad (naturaleza, sociedad,
pensamiento) y que son objetivas, independientes de la naturaleza humana. Marx
y Engels enunciarán las siguientes tres leyes de la dialéctica:
1. Ley de la unidad y
lucha de contrarios.
"Pero
todo cambia completamente en cuanto consideramos las cosas en su movimiento, su
transformación, su vida, y en sus recíprocas interacciones. Entonces tropezamos
inmediatamente con contradicciones. El mismo movimiento es una contradicción;
ya el simple movimiento mecánico local no puede realizarse sino porque un
cuerpo, en uno y el mismo momento del tiempo, se encuentra en un lugar y en
otro, está y no está en un mismo lugar. Y la continua posición y simultánea
solución de esta contradicción es precisamente el movimiento".
"Si ya
el simple movimiento mecánico local contiene en sí una contradicción, aún más
puede ello afirmarse de las formas superiores del movimiento de la materia, y
muy especialmente de la vida orgánica y su evolución. Hemos visto antes que la
vida consiste precisamente ante todo en que un ser es en cada momento el mismo
y otro diverso. La vida, por tanto, es también una contradicción presente en
las cosas y los hechos mismos, una contradicción que se pone y resuelve
constantemente; y en cuanto cesa la contradicción, cesa también la vida y se
produce la muerte. También vimos que tampoco en el terreno del pensamiento
podemos evitar las contradicciones, y que, por ejemplo, la contradicción entre
la capacidad de conocimiento humana, internamente ilimitada, y su existencia
real en hombres externamente limitados y de conocimiento limitado, se resuelve
en la sucesión, infinita prácticamente al menos para nosotros, de las generaciones,
en el progreso indefinido". (Engels, Anti-Dühring, XII. Dialéctica.
cantidad y cualidad.)
2. Ley de transición de
la cantidad a la cualidad.
"Hemos visto ya antes, a propósito del
esquematismo universal, que con esta línea nodal hegeliana de relaciones
dimensionales en la que, en un determinado punto de alteraciones cuantitativas,
se produce repentinamente un cambio cualitativo, el señor Dühring ha tenido la
pequeña desgracia de que en un momento de debilidad la ha reconocido y aplicado
él mismo. Dimos allí uno de los ejemplos más conocidos, el de la transformación
de los estados de agregación del agua, que a presión normal y hacia los 0º C pasa
del fluido al sólido, y hacia los 100º C pasa del líquido al gaseoso, es decir,
que en esos dos puntos de flexión la alteración meramente cuantitativa de la
temperatura produce un estado cualitativamente alterado del agua."
"Habríamos podido aducir en apoyo de esa ley cientos más de hechos
tomados de la naturaleza y de la sociedad humana. Así por ejemplo, toda la
cuarta sección de El Capital de Marx -producción de la plusvalía relativa en el
terreno de la cooperación, división del trabajo y manufactura, maquinaria y
gran industria- trata de innumerables casos en los cuales la alteración
cuantitativa modifica la cualidad de las cosas de que se trata, con lo que, por
usar la expresión tan odiosa para el señor Dühring, la cantidad se muta en
cualidad, y a la inversa. Así, por ejemplo, el hecho de que la cooperación de
muchos, la fusión de muchas fuerzas en una fuerza total, engendra, para decirlo
con las palabras de Marx, una "nueva potencia de fuerza"
esencialmente diversa de la suma de sus fuerzas individuales". (F.Engels,
Anti-Dühring , XI, Moral y derecho. Libertad y necesidad.)
3. Ley de negación de
la negación.
"En la
dialéctica, negar no significa simplemente decir no, o declarar inexistente una
cosa, o destruirla de cualquier modo. Ya Spinoza dice: omnis determinatio est
negatio, toda determinación o delimitación es negación. Además, la naturaleza
de la negación dialéctica está determinada por la naturaleza general, primero,
y especial, después, del proceso. No sólo tengo que negar, sino que tengo que
superar luego la negación."
"Tengo,
pues, que establecer la primera negación de tal modo que la segunda siga siendo
o se haga posible. ¿Cómo? Según la naturaleza especial de cada caso particular.
Si muelo un grano de cebada o aplasto un insecto, he realizado ciertamente el
primer acto, pero he hecho imposible el segundo. Toda especie de cosas tiene su
modo propio de ser negada de tal modo que se produzca de esa negación su
desarrollo, y así también ocurre con cada tipo de representaciones y
conceptos". (F.Engels, Anti-Dühring , XIII. Dialéctica. Negación de la
negación.)
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